Por si algún día vuelves






Por si algún día vuelves, me gustaría tener las palabras claras que me gustaría decirte. 

Por si algún día vuelves y las piernas me fallan y me boca se traba, me gustaría tener las ideas claras sobre lo que debo hablarte.

Hace ya algo de tiempo que nuestra historia terminó, mucho más de lo que recuerdo.  Recuerdo cómo te miraba cada día, como si fueses el secreto mejor guardado, como si fueses mi mayor tesoro. 

Te conocí por pura coincidencia y en poco tiempo, fuiste mi todo y mi nada. Día a día, te pensaba como suelo hacer ahora con él. Te soñaba, te adoraba y te extrañaba. Hasta que un día, en aquel banco, en aquella tarde, me besaste los labios y el alma. Sentí como si el cielo estuviera  mis pies y pudiera caminar sobre el agua.

Mi mayor premio, fuiste tú. 

Recuerdo que te deseaba tanto que tuve que pellizcarme varias veces para creer la realidad, que estábamos juntos y que aquello era cierto. 

Recuerdo que me mirabas como si fuera una joya en bruto. Yo era todas tus preguntas y todas tus respuestas. Yo era aquella reliquia que no querías perder.

Y tú, para mí, eras eso que siempre deseé.

Tus ojos verdes atrapaban mi alma, y tu cuerpo atrapaba el mío.

Y por si algún día vuelves, quiero que sepas que fuiste todo lo que pedí, pero no eras tú el que debería dármelo. Qué eras todo lo que yo amo y quiero, pero no en ti. 

Y si vuelves, te invitaré a un café y te pediré que me observes. Que me hiciste daño, que me marcaste de por vida pero ahora estoy bien. 

Y si regresas, te pediré que te marches, porque te amé demasiado y eso sería más doloroso que cualquier otra cosa.

Y cuando vuelvas, te diré todo esto. Que te ame, que estuve mucho tiempo dolida pero ahora, ya no hay marcha atrás.

Tan sólo te pediré leas estas palabras y sepas todo lo que sentí.



 Que te adoré.

Pero ahora tan solo eres un recuerdo.



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